Salen de la carpita de algodón
dos bracitos de cerámica tatuados
cocinan dos morrones y tres papas
un fuego hecho de ramitas
un dedito herido por curiosidad
un vasito plástico y dos tupper
la bebida, el río
la mesa está servida
me siento en la tierra y observo
constelaciones que buscan un nombre absurdo
comienzo a agradecer mientras
nos come el mismo mosquito que